Ha empezado un nuevo año, pero aunque muchos vuelven a hacer una larga lista de expectativas ante el nuevo año, olvidando viejos recuerdos y viejas proposiciones propias, otros seguimos con las viejas, con las que aunque haya pasado mucho tiempo siguen perdurando.
Una de ellas ha sido siempre escribir sobre todo lo que me rodeaba, pero pocas veces si no era muy reflexivo e iba con tanta intención hacia alguien no lo publicaba. Poco a poco me entró el gusanillo del Blog, pero por simple pereza de obligación a hablar le borré, sin embargo ahora me veo obligado a hacer uno y nunca, NUNCA borrarle. Me siento obligado a hacerlo porque es una de las cosas con las que podré volver a leer mis sueños, mis dobles sentidos, mis reflexiones y sobre todo, volveré a ver mis recuerdos, esos que solo vienen cuando te vas haciendo viejo y eso es lo que quiero tener en un futuro lejano, recuerdos. Desde ese TwentyOne he pensado que he vivido MyOwnLife, lo que realmente he querido y como he querido, por eso solo yo sé cuales son han sido mis errores, mis fallos, mis batallas y mis derrotas. Nadie puede hacer críticas destructivas porque o solo saben el nombre, o no me conocen,ya que los pocos que me conocen bien saben que cada uno de ellos es único por algo.
Todos esos sueños y objetivos que recordabas no pueden ser nada sin los momentos de tu vida que te han hecho ser quien eres, sin los sentimientos que te hacían volver a ser tú, a sentirte bien cuando todo iba mal o todo no era como tú querías. Porque hay sentimientos que te dan cosas tan concretas, pero tan inertes que solo puedes sonreír cada vez que las escuchas, practicas o simplemente si las recuerdas.
¿Recuerdas las tardes en el parque donde no podías ni comer porque siempre había alguien debajo de tu casa jugando mientras mirabas por la ventana y querías bajar cuanto antes para estar detrás de todos los balones posibles a la vez?
Pues es época pasó, y además pasó hace mucho, cuando Oliver y Benji no eran solo la moda, era lo que te llenaba nada más llegar a casa después del colegio. Después te acuerdas que eso lo llevabas de los recreos o después de la quinta hora al barrio, a la calle, a cualquier lado con dos paredes paralelas y un solo balón; con toda esa gente con la que jugabas, aunque de muchos ni si quiera te acuerdas y de los que te recuerdas ahora ni sabes si te recuerda y con los otros que ni les reconoces. Por toda la gente que pasó en el parque entre Esteban Sáez Alvarado y la Calle Enebro, por toda la gente con la que más tarde se jugaba debajo de la Averroes. Pero dieciocho años atrás recuerdas el porqué de ese sentimientos y solo te vale lo que te cuentan y yo me imagino a mi abuelo, mi gran abuelo!, que por primera vez me puso a ver un partido de ese equipo que te ha hecho sentir el fútbol más allá que cualquier otro deporte, el Real Madrid.
Pero ahora lo maduras y sonríes porque lo que cuenta es el sentimiento que tienes cuando coges un balón y le das una patada, cuando sientes la necesidad de usar una simple lata para pasártelo bien un rato.
Pero todo cambia cuando ese sentimiento se lleva a un solo grupo, un solo equipo, una sola camiseta, un solo sentimiento.
Esa camiseta verde que tantas veces has vestido, que tanto te comiste la cabeza por intentar seguir a cualquier paso, por ese equipo al que sabes seguro que volverás un día u otro!
Pero todo cambia, y el color sigue siendo el mismo de momento, y sabes que el verde será siempre uno de los colores que estarán dentro de ese órgano que es como un puño con sangre, porque ese puño se cierra cuando no puedes correr más, pero la ganas te hacen seguir por la sangre del fútbol que llevas dentro.
¿Recuerdas aquella época cuando tu sueño era oír en directo la canción que repetías una y otra vez en tus casetes?
Pues muchos dejan atrás esa música con la que crecieron diciéndose a todos que eso era de antes y aunque en realidad la echen de menos, las modas, hacen que pierdas tus gustos, aunque nadie quiera perder ese Mini-YO que todos llevamos dentro.
Pues no se si habré cambiado poco, mucho, muchísimo o igual nada, pero puedo sentir que esas canciones que antes escuchaba siempre tienen un hueco en móvil, ordenador o mp3. Porque esos músicos que aunque ahora pienses que no son los mismos, ese que piensas que ha cambiado, seguro que era porque necesitaba ese cambio, pero lo que tu oyes, lo que tu sientes al oírlo es mucho mejor que cualquier opinión de la persona que sea.
Escuchando de Estopa "Por la raja de tu falda" en casete desde el 2000 (6-7 años) y hasta los 17 de sobra cumplidos, un 28 de Junio, no pude oír esa canción en directo.
Porque aunque estas dos cosas, fútbol y música, ambas concretas a los sentidos, no tienen una forma viva, tienen un sentimiento vivo.
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